Barcelona no es ajena al fitness. Desde bootcamps en la playa hasta estudios de spinning llenos, la ciudad siempre ha vibrado con energía. Pero entre bastidores, está ocurriendo una revolución más silenciosa: el auge de los estudios boutique con entrenamientos en pequeños grupos. Y los datos muestran que esto es solo el comienzo.

Barcelona alberga a casi 1,7 millones de personas, y dos tercios de ellas están en edad laboral (15–64). Eso significa más de 1,1 millones de posibles clientes buscando maneras de mantenerse en forma y sentirse bien.

Si ampliamos el enfoque, encontramos un grupo ideal: mujeres de entre 25 y 45 años. Con más de 300.000 mujeres en ese rango de edad, se trata de un público ocupado, consciente de su salud, y cada vez más interesado en opciones de entrenamiento dirigidas por expertos y centradas en la comunidad.

Las tendencias de búsqueda cuentan una historia clara. En toda España, y especialmente en centros urbanos como Barcelona, las búsquedas de "entrenamiento de fuerza" han crecido de forma constante en los últimos cinco años. Aunque los gimnasios grandes siguen dominando en inversión publicitaria, lo que la gente quiere está cambiando: menos intimidación, más instrucción y mejores resultados.

En plataformas como ClassPass, Mindbody e Instagram, los estudios boutique en Barcelona están ganando terreno. Los usuarios se están involucrando más con sesiones de fuerza en pequeños grupos, y el interés por la personalización, el entrenamiento de movilidad y el fitness funcional está aumentando. No son modas pasajeras: reflejan cambios más profundos en la forma en que las personas quieren moverse.

En nuestro análisis reciente del mercado local, los estudios que ofrecen clases grupales de 4 a 8 personas están prosperando. Los precios por sesión oscilan entre 15 y 30 €, con packs mensuales y membresías que fomentan el compromiso y la retención. Estudios como B3B están apostando por nichos especializados (alto rendimiento, solo mujeres), mientras que otros se enfocan en un ambiente inclusivo y en entrenadores expertos.

Hoy en día, los consumidores no buscan solo un entrenamiento. Quieren:

Los estudios boutique están en una posición única para ofrecer estas tres cosas.

El auge del trabajo remoto ha hecho que los horarios sean más flexibles. La pandemia cambió la forma en que las personas valoran su salud. Y los grandes gimnasios, aunque se están recuperando, aún no pueden ofrecer la intimidad ni la calidad de entrenamiento de un estudio pequeño.

Para los propietarios de gimnasios nuevos o en crecimiento, el mensaje es claro: el mercado se está calentando. La demanda es real. Y los clientes buscan algo más personal que otra cinta de correr.

Si estás pensando en lanzar o expandir un estudio boutique, ahora es el momento de hacerlo con decisión. Lidera con comunidad. Apuesta fuerte por la calidad del coaching. Usa la tecnología para automatizar lo aburrido. Y crea un espacio que se sienta como casa para los clientes a los que sirves.

El auge del fitness boutique en Barcelona no está en su punto máximo. Apenas está comenzando.